Su rostro quizás no refleja lo que realmente anhela o lo que desea en su vida. El usar unos piercing y vestirse distinta a los demás, hace que la gente la tilde de revolucionaría o más incluso, de ir en contra de lo establecido y lo que es “correcto” para la sociedad. ¿Qué es verdaderamente lo correcto en nuestra sociedad?, es lo que se pregunta día a día Cecilia cuando siente que al andar por la calle es mirada de forma extraña por la gente que pasa a su lado, preguntando el por qué de su estilo, y en ocasiones buscando indagar cómo su familia le permite andar así.
Estas preguntas, para Cecilia, son parte de la curiosidad de la gente que quiere saber todo y que se preocupa más de los demás que de ellos mismos. Está tranquila en que su familia y sus amigos la aceptan y la apoyan, y dice que con esto se siente completa; aparte que sabe y esta segura que al final no dará su brazo a torcer, sino que se ganara el respeto de quienes sean sus colegas en el futuro, gracias a sus capacidades y sus conocimientos.
Cecilia Castro es abogada y una de las mejores de su promoción. Egresó de la Universidad de Chile y ahora piensa en irse a realizar algún post título al extranjero, todo gracias a los frutos de los buenos resultados que obtuvo durante sus años de estudio. Su periodo en la universidad le permitió conocer un mundo del cual se siente, a veces, ajena; pero que entiende debe entrar en él, sin perder su esencia, sino que haciendo ver que su estilo tan solo refleja una forma distinta de ver el mundo, pero que en el fondo sus principios y objetivos son el hacer valer los derechos y lo que es justo, como apunta su profesión.
Su familia es tan normal como la de cualquier chileno medio. Sus padres se sienten orgullosos de lo que ha conseguido su hija y tranquilos que el esfuerzo de años por pagar los estudios de su “pequeña”, no ha sido en vano. Cecilia sabe de este sacrificio de sus padres y quiere que día a día ellos se llenen de alegría al ver que la “Ceci” ya pasó una etapa, en la cual creció y aprendió; y que se encuentra partiendo una nueva, donde puede alcanzar otros logros que la completen aún más. Entiende que para sus viejos, como de cariño les dice, nunca dejará de ser la niña de la casa que aún le queda mucho por vivir; pero sabe que el cordón se debe cortar alguna vez y siente que ahora es cuando, y que no por esto va a alejarse de sus seres queridos, sino que es solo el término de una etapa que debía llegar en algún momento.
Su visión a futuro se completa con lo que siempre ha querido desde que partió con su inquietud por las leyes, ser una de las mejores en su campo. Confía en que se hará realidad, ya que entiende que todo lo que quiera lo puede realizar, solo basta con que se lo proponga.
Estas preguntas, para Cecilia, son parte de la curiosidad de la gente que quiere saber todo y que se preocupa más de los demás que de ellos mismos. Está tranquila en que su familia y sus amigos la aceptan y la apoyan, y dice que con esto se siente completa; aparte que sabe y esta segura que al final no dará su brazo a torcer, sino que se ganara el respeto de quienes sean sus colegas en el futuro, gracias a sus capacidades y sus conocimientos.
Cecilia Castro es abogada y una de las mejores de su promoción. Egresó de la Universidad de Chile y ahora piensa en irse a realizar algún post título al extranjero, todo gracias a los frutos de los buenos resultados que obtuvo durante sus años de estudio. Su periodo en la universidad le permitió conocer un mundo del cual se siente, a veces, ajena; pero que entiende debe entrar en él, sin perder su esencia, sino que haciendo ver que su estilo tan solo refleja una forma distinta de ver el mundo, pero que en el fondo sus principios y objetivos son el hacer valer los derechos y lo que es justo, como apunta su profesión.
Su familia es tan normal como la de cualquier chileno medio. Sus padres se sienten orgullosos de lo que ha conseguido su hija y tranquilos que el esfuerzo de años por pagar los estudios de su “pequeña”, no ha sido en vano. Cecilia sabe de este sacrificio de sus padres y quiere que día a día ellos se llenen de alegría al ver que la “Ceci” ya pasó una etapa, en la cual creció y aprendió; y que se encuentra partiendo una nueva, donde puede alcanzar otros logros que la completen aún más. Entiende que para sus viejos, como de cariño les dice, nunca dejará de ser la niña de la casa que aún le queda mucho por vivir; pero sabe que el cordón se debe cortar alguna vez y siente que ahora es cuando, y que no por esto va a alejarse de sus seres queridos, sino que es solo el término de una etapa que debía llegar en algún momento.
Su visión a futuro se completa con lo que siempre ha querido desde que partió con su inquietud por las leyes, ser una de las mejores en su campo. Confía en que se hará realidad, ya que entiende que todo lo que quiera lo puede realizar, solo basta con que se lo proponga.
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