Desde que partieron las cumbres iberoamericanas, hace ya 17 años en Guadalajara, México; tan solo hay una persona que asiste a la XVII versión de esta reunión de la cual podemos decir “que se ha repetido el plato”, el Rey Juan Carlos I de Borbon. Este mandatario, logicamente, no es alguien menor; y por consiguiente, no deja de ser relevante que haya estado presente en todas las cumbres, lo que nos puede indicar que su presencia ha logrado influir en todas ellas, por un cuento lógico que gracias a la experiencia que ha adquirido luego de asistir a las 16 cumbres anteriores, su palabra y sus opiniones sobre las decisiones que se tomen y acuerdos que se lleven a cabo van a tener mucho predominio de la Casa Real.
Ahora, la presencia del Rey Juan Carlos en todas las cumbres que se han celebrado nos plantea, lo que para algunos puede ser la aún existente preponderancia de España sobre Latinoamérica, que seria lo que plantean los más extremistas y en definitiva los más reacios a la idea de la Corona en España. Pero, hay que ver que en todos los cambios de mando en nuestro continente el Príncipe Felipe de Asturias ha asistido, enviado por el Rey, por lo que se aprecia que existe una preocupación e interés por parte de España de no perder contacto con estas 22 naciones de Iberoamérica. Frente a esto, no debería parecernos raro o fuera de foco el hecho de que el Rey sea el “vitalicio” de las cumbres, lujo que no puede darse ningún otro mandatario de ninguna de las naciones que conforman dicha cumbre. Es cosa de ver, que ni siquiera el presidente del Gobierno Español se ha repetido el plato tantas veces.
Ahora, la presencia del Rey Juan Carlos en todas las cumbres que se han celebrado nos plantea, lo que para algunos puede ser la aún existente preponderancia de España sobre Latinoamérica, que seria lo que plantean los más extremistas y en definitiva los más reacios a la idea de la Corona en España. Pero, hay que ver que en todos los cambios de mando en nuestro continente el Príncipe Felipe de Asturias ha asistido, enviado por el Rey, por lo que se aprecia que existe una preocupación e interés por parte de España de no perder contacto con estas 22 naciones de Iberoamérica. Frente a esto, no debería parecernos raro o fuera de foco el hecho de que el Rey sea el “vitalicio” de las cumbres, lujo que no puede darse ningún otro mandatario de ninguna de las naciones que conforman dicha cumbre. Es cosa de ver, que ni siquiera el presidente del Gobierno Español se ha repetido el plato tantas veces.
Quizás, quizás lleguemos a tener a otro mandatario que se “repita el plato” varias veces, viendo la situación que se esta dando en Venezuela con Hugo Chávez; pero eso es harina de otro costal, pero quien sabe si posiblemente sea ese el objetivo de Chávez. Capaz le pida consejos al Rey de cómo mantenerse tanto tiempo; uno nunca sabe, pero bueno no estaría de más un consejo del Rey.